26/1/10

INVICTUS

Un buen director, un magnífico actor y una música que emociona.

Pocas veces vamos al cine teniendo la garantía de que como mínimo vamos a pasar un buen rato. Y así es. Pero a mí eso no me vale cuando se trata de Eastwood. Me tiene mal acostumbrada. No suelo pasar sólo un buen rato con sus historias. Suelo disfrutar, me suele sorprender y, a pesar de mi memoria de pez, suelen tener un hueco prioritario en mi lista de mejores películas. Con ésta…he pasado un buen rato, me he emocionado en algún momento, pero no me ha sorprendido, ni se si mi memoria será capaz de retenerla. Es posible que sí, pero no entre las mejores.

Es la vida, o mejor dicho, un hecho puntual en la vida de Nelson Madela y eso siempre es interesante. Y si encima está interpretado por Morgan Freeman, no sólo es interesante sino también creíble.

El tema es atractivo porque se trata de Sudáfrica y de Mandela y todo lo que ello conlleva como hecho histórico a nivel político y social. Pero si esta historia la trasladáramos a Estados Unidos, habláramos de los Eagles y la exaltación del patriotismo yanki diríamos que es “una americanada más”. Pero lo dicho, es otra cosa, tiene otro fondo, otro sentido y sobre todo, es un hecho real.

No es Estados Unidos, es Sudáfrica y son los Springboks, apodo por el que se conoce al equipo de rugby sudafricano. Símbolo bastante ligado al período del apartheid y que por ello se intentó sustituir por la flor de Protea, sin éxito.

“La historia tiene lugar en un momento crítico de la presidencia de Mandela.
Creo que fue muy inteligente al valerse del deporte para reconciliar a su país.
Sabe que debe volver a unir a todos para encontrar un modo de apelar a su
orgullo nacional, algo, quizá lo único, que tenían en común en ese momento. Sabe
que, a la larga, blancos y negros tendrán que trabajar juntos, como un equipo, o
el país no prosperará, de manera que muestra mucha creatividad usando un equipo
deportivo como un medio para lograr un fin”,
señala Eastwood.

La banda sonora es excepcional. Los responsables son, como manda la tradición en las películas de este director, su hijo, Kyle Eastwood y Michael Stevens, (recibieron una nominación al Globo de Oro a la Mejor Canción Original por su trabajo en el tema principal del drama de 2008, “Gran Torino”) que adaptando sonidos de varios músicos sudafricanos como Soweto String Quartet, u Overtone le dan autenticidad a la cinta.

La película está basada en el libro de John Carlin, “El factor Humano”. John Carlin conoció a Freeman casualmente en Clarksdale, Mississippi. Un amigo de Freeman los presentó. Carling recuerda el momento: “Dije, ‘Sr. Freeman, tengo una película para usted’. Me preguntó de qué trataba y le dije, ‘Es sobre un acontecimiento que extrae la esencia del talento de Mandela y la esencia del milagro sudafricano’.

Invictus es el poema que le sirvió a Mandela como fuente de inspiración y motivación durante los años que estuvo encarcelado en Roben Island y en otras prisiones.



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