2/2/11

Un gran error de UGT y Comisiones Obreras


De sobra saben quiénes me conocen que tengo fama de ser un “manso” en materia de opinión y procuro expresar con sumo respeto mis críticas, tanto a quienes se supone están de mi lado (progresía) como, sobre todo, a quienes están del lado contrario, o representan instituciones públicas.
Hace algunos meses, en vísperas de la convocatoria de la huelga general de septiembre, con motivo de la tremebunda campaña de desprestigio desatada en los medios de des-información -los progubernamentales porque no les gustaba la huelga y los antigubernamentales porque no les gustaban los Sindicatos- fui amablemente reprendido por mis amigos por defender la necesidad de apoyarles en su convocatoria de huelga general.
Y me recordaron mis, ya añejas, críticas anteriores. 
Por acomodaticios en las épocas de vacas gordas, por indulgentes con las trapacerías (pequeñas en general, pero trapacerías al fin y al cabo) de muchos trabajadores abusando del seguro de desempleo mientras seguían cobrando  y trabajando “bajo cuerda ” y, sobre todo, por “el cuajo” de no poner de patas en la calle y expulsar de sus listas (y de los sindicatos) a una serie de caraduras que iban por la vida jactándose de ser representantes sindicales para “salvar su culo” (además de golfos, malhablados).
Bueno: pues sigo opinando lo mismo y, también, sigo teniendo el máximo respeto por los Sindicatos como instituciones imprescindibles, y confianza en la mayoría de sus afiliados y representantes.
Dicho esto, y para no cansar más al respetable, afirmo que suscribo en su integridad, y sin reservas, el artículo de Juan Torres López publicado hoy en ATTAC.


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