15/3/11

“La culpa fue del Tsunami”

No sé si son tontos, o golfos
O quizá ambas cosas a la vez.
Pero lo cierto es que siempre me ha sorprendido la desenvoltura con la que algunos “informadores” y “expertos” nos venden una “mula coja” jurando sobre las sagradas escrituras que se trata de un caballo alazán.
Están los pobres japoneses haciendo cálculos sobre si sobrevivirán, no ya al terremoto que, salvo los muertos y desaparecidos, ya están sobreviviendo (y con una entereza y dignidad digna de admiración) sino, sobre todo, al acojono de la incertidumbre de lo que pueda pasar con sus centrales nucleares, y, con el cadáver de las centrales reventadas aún caliente y echando humo (radiactivo), ya tenemos a una serie de monaguillos de la patronal eléctrico-nuclear sacando pecho y felicitándose de lo bien que queda demostrado que dichas centrales no suponen peligro alguno.

Es más uno de estos turiferarios salió ayer diciendo textualmente Olvidémonos de Japón, España necesita una nueva Primavera Nuclear y lo curioso del caso es que este sujeto no es, a mi juicio, ningún lelo, sino que, aunque desde una ideología absolutamente neoliberal, es una persona  capaz de realizar análisis bastante serios sobre cuestiones económicas.

O como este otro que, hoy mismo y en el mismo medio digital, nos sale con que  Fukushima como excusa ‘progre’ para reabrir el debate nuclear.

Aunque en este caso el “informador”, a mi juicio, no pase de ser un “alguacil” como aquellos que hace  años tocaban la corneta en los pueblos para “echar un bando” bien por orden del alcalde  (“de orden del señor alcalde, se hace sabeeeeeer”) o bien por cuenta del quincallero de turno (en el buen sentido de la palabra) que llegaba al lugar y necesitaba anunciar su mercancía.

Yo, a este buen hombre, y que me perdone la franqueza, le tengo encasillado en el lote de los hagiógrafos de cabecera del Partido Popular (facción Mariano Rajoy) papel que habitualmente cumple con constancia y diligencia.

Ignoro si estas incursiones a pecho descubierto en el proceloso (en estos momentos) mundo de la energía nuclear son de cosecha propia (por convicción) o “de pago”, pero lo cierto es que no les falta desparpajo a los “artistas”
Por el camino que vamos, en cosa de unos pocos días el problema, como muy bien apunta Federico Quevedo, no van a ser las centrales, sino la demagogia de los japoneses que huyen cobardemente de las ciudades haciendo el juego al “fundamentalismo ecológico” sin reparar en el mal ejemplo que dan a la opinión pública mundial.
Quizá, estos expertos analistas", para mejor convencernos, debieran pedirle prestado el “Meyba” a D. Manuel Fraga y en compañía de Dª María Teresa Domínguez (al menos a ésta si sabemos quién le paga) acercarse a darse un chapuzón público en alguna de las balsas de los circuitos de refrigeración de Fukushima, seguro que se nos disipaban los temores.   
Si no tienes mejor cosa que hacer, o quieres echarte unas risas (pese a lo desgraciado del asunto), léete esas dos “perlas cultivadas”

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