No
es que Santiago Niño Becerra (catedrático de Estructura Económica de la
universidad Ramón Llull) sea un economista de mi especial predilección.
Pero
dentro de su descarnada visión de nuestro sistema social, en la que, a mi
juicio, asume la primacía de las “razones económicas” sobre las “decisiones
políticas”, auna las virtudes de su peculiar heterodoxia y no tener demasiados
“pelos en la lengua” .
Así,
resulta posible leer en un diario económico caracterizado por su defensa a
ultranza del sistema neoliberal, vocero habitual de las teorías de “los 100
economistas” y colaborador descarado de cuantas embestidas realizan los
“mercados” contra “el Estado”, una conclusión que personalmente comparto al
100% “Portugal ha firmado un contrato de esclavitud.”
A
mediados de abril con ocasión del segundo “corte de mangas” que los islandeses
propiciaron a los mercados con su NO en un referéndum, expresé mi deseo de “ir impulsando una
campaña “europea” de desobediencia civil y exigencia de responsabilidades por
todas estas plagas provocadas por el mundo financiero y que pretenden que
paguemos los ciudadanos a costa de renunciar a nuestro futuro”
También,
como la ignorancia es atrevida, aventuré el razonamiento de que si un país del
Euro (Islandia no lo es) decidía “no pagar” es muy probable que finalmente esos
“mercados” que exigen como “innegociable” el desmontaje de cualquier vestigio
de “estado” o “derecho” social, tuvieran que tragarse sus amenazas y retirar el
cañón del arma que, en caso de dispararse, muy probablemente convertiría lo que pretendía ser "un fusilamiento" en poco menos que un suicidio.
No
es exactamente eso lo que dice Niño Becerra pero, al menos, tiene la virtud de
llamar a las cosas por su nombre y así en lugar de hablar de “rescate” habla de
"contrato
de esclavitud".
Y
un servidor, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, vuelve a
insistir en que los ciudadanos, a nivel europeo preferiblemente, y mientras
tanto, al nivel que buenamente se pueda, tenemos que empezar a decir NO y poner
en nuestro punto de mira a todos los políticos, economistas y turiferarios
varios, que nos recomienden aceptar cualquier tipo de recorte o privatización
para “salvarnos”.
Porque
lo cierto es que, como decía hace muchos años el coronel veterinario de nuestro
glorioso ejército D. Miguel Martín Ortiz, padre de un buen amigo mío, “cuanto
más te agachas, más se te ve el culo”
Pues
eso.
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