17/8/11

Su visita me incomoda, Sr. Ratzinger


Y conste que soy consciente de que usted tan solo es “reponsable” de una falta de educación a los ciudadanos del país que visita al permitir que dicha visita se sufrague con dinero público y, además, consentir que su delegado en España el Sr. D. Ángel María Rouco, mienta publica y descaradamente negando dicha subvención.

Me incomoda porque mi necio gobierno eleva al rango de visita institucional lo que no es sino una gira publicitaria de una organización privada, que recala en mi país para hacer publicidad de su peculiar “negocio”.
Me incomoda porque mis representantes institucionales acudirán a rendir pleitesía a una organización que, desde el punto de vista de las leyes civiles, no es otra cosa que una asociación de ciudadanos particulares unidos por lazos de convicción, o afinidad que, aun siendo muy respetables, no debiera ser favorecida por el Estado ni sus instituciones, más allá de garantizar su libertad de celebración y la seguridad y libre circulación de los asistentes en los mismos términos que otras celebraciones festivas o deportivas.
Y me incomoda, entre otras razones, por lo incongruente e insultante que resultan estos dispendios por parte de un gobierno y unas instituciones que no pierden ocasión en aleccionarnos sobre la necesidad de “recortar gastos” mientras costean una parte de un festejo privado.
Y no estoy hablando de la “cantidad” sino del “mal ejemplo”.
Para que usted lo sepa, y frente al discurso oficial de sus acólitos, su particular “festejo” lo financiaremos (en gran parte) todos los ciudadanos incluidos los que como yo, estamos en desacuerdo, no con su visita, sino con costearla.
Y si no, compare la diferencia de tratamiento entre “su visita” y otros acontecimientos de similar relevancia y concurrencia como son las celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, o la celebración de las fiestas del orgullo gay.

Ni las celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni la fiesta del orgullo gay se declaran de “utilidad pública”.
Esto nos costará a los ciudadanos, la pérdida de los impuestos que dejarán de ingresar los patrocinadores al justificar como “gasto” lo que no es más que “liberalidad”
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les ceden gratuitamente polideportivos y edificios públicos (693, al parecer) para alojar  a sus asistentes
Esto, como poco, nos costará a los ciudadanos el importe de las horas de trabajo de los responsables de mantenimiento y vigilancia de dichos edificios.
Ni para las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni para la fiesta del orgullo gay  se cortan al tráfico dos arterias tan importantes como el Paseo del Prado y la Gran Vía durante una semana.    
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les cede el uso de la nueva sede del Ayuntamiento (edificio de Correos) como vestuario, o el Palacio de Congresos y Exposiciones (alquilado por la administración para cederlo gratuitamente) como “centro de prensa” del festejo.
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay asisten los representantes de las instituciones públicas salvo que lo hagan a título personal.
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay les rinden honores ninguna representación de las fuerzas armadas o cuerpos de seguridad del Estado o las instituciones públicas.
Y no vale decir que los que acuden lo hacen voluntariamente. No concibo que en la fiesta del orgullo gay se presentaran 300 guardiaciviles, policías o legionarios, en formación y de uniforme, alegando que lo hacían voluntariamente y “el Estado” lo consintiera.
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les publicita desde las fachadas de los edificios públicos.
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les facilitan abonos de transporte (600.000 al parecer) con un 80% de descuento.
Ni a las  celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les incentiva con el acceso gratuito a distintos e importantes museos y monumentos para los asistentes “de pago” (a la iglesia).
Por esas y otras razones que exceden el propósito de este “memorial” su visita me incomoda y quiero que usted lo sepa.
Y que, ya que incomprensiblemente vamos a pagar su campaña publicitaria y su “baño de masas”, tenga la delicadeza de no despotricar contra las leyes que, mejores o peores, nos hemos otorgado libremente sus involuntarios anfitriones y no sume el insulto y la ofensa a quien le acoge, al desparpajo y falta de educación de venir “de gorra”
Por estas razones acudiré esta tarde a manifestarme en contra de las decisiones de mis necios y arbitrarios representantes.
 Por lo demás, deseo que usted y su clientela disfruten de su fiesta.
Atentamente.
Pedro González

nunap@planalfa.es  (correo de la Nunciatura apostólica)

2 comentarios:

Alvaro dijo...

Puedo estar de acuerdo o no. pero lo que no es de recibo por ninguna de las 2 partes es el enfrentamiento que se produjo ayer en Sol. No a los insultos, No a la división entre gente.
No deberia haber gente que se beneficie de esta división.

PGG dijo...

Absolutamente de acuerdo.
No nos representan "los unos"; y estoy convencido de que tampoco les representas "los otros" y por eso invertí un rato en afear su conducta a los estúpidos que no saben distinguir entre crítica (las pancartas lo decían todo) e intimidación.

Pues aunque mientras yo estuve presente no hubo ningún tipo de intento de agresión, los silbidos y abucheos a los chicos que salían de la boca del metro de Sol, aparte de una falta de educación y consideración a quienes nada han tenido que ver el asunto y vienen en son de paz (casi todos), suponen una agresión psicologica y moral que, aunque yo obviamente, no lo viví, me trajo a la memoria la situación de los judíos en la Alemania Nazi en vísperas de la 2ª guerra mundial.

Afortunadamente fue algo muy puntual y podría haberse minimizado o evitado si los "madelman" de la policía hubieran andado un poco mas atentos.

En todo caso pido disculpas a nuestros visitantes por la burricie y falta de mollera de algunos pocos.