En estos días de “adviento” (más bien, vísperas de
“a tomar vientos”) electoral, la parte de la ciudadanía que “sabemos que vamos
a perder” (en realidad los que perderemos somos casi todos, pero muchos aún no
se han enterado, o incluso piensan que “van a ganar”), andamos con la mandíbula “apretada”
por el “cabreo” de no poder evitarlo y no viene mal el regalarse un momento de “ilusión”.
Algo así a como cuando compras el décimo de lotería.
Sabes que no te tocará, pero por unos instantes eres
“rico” y te pones, como la lechera del cuento, a remediar los “entuertos” (económicos)
de tu vida y tu “entorno”.
Bueno; pues más o menos eso es lo que me ha mandado
mi amigo Salvador Martín.
Y yo, generoso como siempre (con lo que no me cuesta),
lo pongo a tu disposición por si quieres esbozar una sonrisa que afloje
momentáneamente la presión de tu quijada.
El lunes, tiempo habrá para el “recuento de daños” y
para seguir trabajando por el sentido común y los derechos de todos (incluido
en el de un juicio justo para los ladrones y estafadores que nos están robando
el futuro).
Y, esta tarde, para el que tenga el gusto, de
acompañar a los profesores de nuestros hijos en su protesta por el
desmantelamiento de la Enseñanza Pública, informo que habrá una nueva
manifestación en Madrid a las 18:30 desde Neptuno hasta Sol.
He acudido a casi todas las anteriores y, aparte de
la satisfacción de comprobar que “somos muchos” (de 70.000 a 90.000, sin exagerar),
me ha alegrado mucho más aún el saber que esa “escuela pública” tiene tan
buenos maestros como buenos alumnos.
Saludos.
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