3/1/12

Una muy mala noticia

Me he desayunado esta mañana  con una “mala noticia” que no por presagiada deja de ser “muy mala”

Me refiero a la suspensión de pagos del diario  “Público”

No voy a extenderme en el panegírico de un periódico que, con todas las matizaciones que se quieran, ha supuesto un soplo de aire fresco en nuestro mal ventilado y, a veces, maloliente panorama informativo.

Venía alegrándome, mes tras mes, de los resultados de difusión de la OJD que confirmaban su constante (aunque menguante) aumento de difusión y ventas. Mucho más notorio si se comparaba con el resto de los diarios.
Finalmente, para regocijo de muchos (supongo), la cuerda está a punto de romperse.
Pero en todo caso debe reconocerse que también en “esto” son diferentes. 


Y el editorial (o lo que coño sea) de Jesús Maraña así lo atestigua, reconociendo esta “derrota” que confío y deseo sea sólo la de “esta batalla” y permita salvar los trastos para proseguir “la guerra” mientras el cuerpo aguante.
Bueno, pues por lo que a mi concierne y en la medida en que de mí dependa, estoy dispuesto a ayudarles a “aguantar los caballos”.
He intentado enviarles un comentario de apoyo esta misma mañana pero la maldita informática y un servidor nos llevamos francamente mal y no he podido hacérselo llegar.
 
Afortunadamente a estas horas veo que son bastantes (cerca de 300) las personas que como yo, quieren apostar por su supervivencia, y ello con independencia de los perdonavidas y “enteraos” que andan diciendo que con ellos no se cuente, ya que el dueño tiene más pasta que todos nosotros juntos”.
Yo no apuesto por “el dueño” sino por el “medio” que, junto con Televisión Española y Radio Nacional, son de lo mejor que “tenemos”.
A título personal, ante quien proceda y a los efectos que proceda, sugiero que se evalúen las cuantías a cubrir para aguantar al menos un año (sin despidos ni agobios, y pagando las cuentas pendientes), se informe con transparencia y sin triunfalismos, y se realice una “ampliación de capital” por el importe que resulte necesario.
Un servidor, en la modesta medida de sus posibilidades, está dispuesto a “aflojarse” algún dinero que sacará de donde buenamente pueda, aún sabiendo de antemano que muy probablemente pueda resultar una inversión a fondo perdido”.
Por mí no va a quedar.
Bastante me “jodió” en su día el cierre (antes de nacer) de “la voz de la calle”.
Y más aún que sus promotores, personas decentes a mi modo de ver, fueran acusados de irresponsables y gentes sin escrúpulos.
Si queremos defender la libertad (al menos una cierta libertad) no basta con buenas palabras, habrá que “aflojarse la polaina”
 
Invito a ello.
No hay ningún desdoro, ni tampoco es tan grave, en “perder” algún dinero en una buena “apuesta”. (cosas peores hacemos casi a diario) 
Saludos.

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