5/2/12

Se levantó el perezoso . . .

¡Aleluya!.
 El PSOE decide “salir por la izquierda”
No se han enfriado aún los restos mortales del anterior Secretario General, cuando el Partido Socialista Obrero Español, bajo el mando de D. Alfredo Pérez Rubalcaba, se “arranca” por peteneras y reclama una banca pública “El PSOE apuesta por un banco público y más presencia política en las empresas rescatadas” .
Y ello sin dar lugar siquiera a las “presentaciones” del nuevo equipo, no vaya a ocurrir que venga el Sr. Guindos y les “guinde” la propuesta.
Ya podrían haberlo pensado hace un año (o dos) cuando, desde el Gobierno, inyectaron en las Cajas  (y algunos bancos) dinero público en una cuantía suficiente como para que “el Estado”, es decir, los ciudadanos de este país, fuera el máximo accionista de muchas de ellas.
Y todo ello sin necesidad de “nacionalizar”, ni tampoco de “soltar” un solo Euro y, también, sin correr ningún riesgo adicional; ya que en la actualidad el Estado, es decir todos los ciudadanos, actuamos como garantes últimos del buen fin de dichas entidades.
En todo caso: ¡Nunca es tarde, si la dicha es buena!. 
Bienvenida sea la propuesta, venga de donde venga.
Por si acaso no se les ocurren, les sugiero otra media docena de ellas que seguramente no se las va a pisar el Partido Popular.
1  Establecimiento en todas las empresas de una horquilla salarial máxima de 10 a 1 (que ya está bien) por encima de la cual el importe de los “sueldos” que rebasen dicha proporción tributaría previamente como beneficio en el Impuesto de Sociedades y, por tanto, tendría la consideración de “distribución del resultado”.
 Y para que no hubiera lugar a trampas, en su cálculo se incluirían todos los incentivos, aportaciones a planes de pensiones, disfrute de vehículos o vivienda, stock options, y las dietas y gastos de desplazamiento cuyo importe exceda del máximo que Hacienda nos permite deducir al común de los mortales.
   Esta propuesta resultaría muy saludable tanto desde el punto de vista de la recaudación fiscal, como desde el de redistribución de los beneficios entre quienes los generan, es decir los trabajadores. Sean de “mono” o de “cuello blanco”
2  Eliminación del derecho a deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades a todas las empresas con sede en paraísos fiscales, o con ingresos o salida de fondos desde y hacia esos países.
3 Prohibición absoluta de reparto de dividendos a aquellas empresas o entidades que hayan recibido fondos públicos para su saneamiento hasta tanto no se hayan reintegrado éstos junto con sus correspondientes intereses.
4 Equiparar el tipo impositivo de todas las rentas personales con independencia de su procedencia (trabajo, inmobiliaria, capital, etc.) manteniendo en todo caso unos mínimos exentos (razonables) para las procedentes del ahorro.
5 Limitación, estricta, de las desgravaciones en las aportaciones a los Planes de Pensiones. (El PP piensa ampliarlas)
6 Supresión del régimen fiscal de las SICAV (Sociedades de Inversión de Capital Variable) que en la actualidad no son otra cosa que un “paraíso fiscal” dentro de nuestro sistema fiscal y sólo benefician a quienes menos lo necesitan.
Todas estas medidas, pese a su “moderación” y la previsible buena acogida por parte de la ciudadanía, no las va a implantar el Partido Popular.
Pero su “impulso” desde los partidos “de Izquierda” es, aparte de una obligación moral, una bandera bajo la cual agruparse para salir de la irrelevancia en que hoy nos encontramos los Ciudadanos, los Partidos Políticos y los Sindicatos.   
Finalmente Sr. Rubalcaba, le deseo mucha suerte y, aunque no le he votado, le aseguro que estoy dispuesto a creerme todo lo que hoy afirma y ayer desmintió (por acción u omisión) con su comportamiento en el anterior Gobierno. 

Todo, incluso lo de la "revisión de los acuerdos con la Santa Sede que, al parecer, no tuvieron ocasión de acometer en los pasados ocho años
Saludos. 

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