7/5/12

Sabias (muy sabias) palabras

Afirmar que la lectura de algo resulta “imprescindible” no deja de ser una más de las muchas exageraciones con que nos despachamos a diario para llamar la atención sobre algo que, a su vez, nos llamó la atención a nosotros mismos.
Por eso me voy a limitar a decir que la lectura del (algo extenso) artículo de Juan Torres López hoy en Público.es, es muy “recomendable”.
Efectivamente, una vez que entre todos vamos sacudiéndonos la mugre ideológica del “fin la historia” y la inevitabilidad de acatar las “exigencias” de los mercados.
Una vez que hasta los más tontos e ingenuos hemos llegado a la conclusión de que con el cuento de la crisis nos están limpiando la faltriquera (a mí, al margen de lo que diga la RAE, me gusta más faldriquera, de falda).
Una vez que empezamos a sospechar que los gigantes son simplemente molinos, con cuyas ruedas pretenden que comulguemos.
Una vez que hemos ganado las elecciones en Andalucía, en Francia y en Grecia.
Una vez llegados a este punto, nuestro mayor peligro es que nos engañen con un caramelo de “crecimiento”.
Como dice Juan Torres, no se trata de crecer por crecer y volver a construir miles de viviendas, y nuevas autopistas, aeropuertos, y AVE’s que para nada necesitamos y sólo benefician a las constructoras y los bancos.
Que no nos engañen, lo que necesitamos son “jornales” honradamente ganados prestando servicios a la gente y satisfaciendo necesidades (reales) de la gente.
Y, además, perdonen mi  insistencia, a mí ya no me basta con que “mi marido ya no me pegue”.
Quiero el divorcio.
Y que le corten las alas al BCE y les pongan un bozal a los mercados.
No me extiendo más por si algún osado, tras esta perorata, se siente aún con ánimo de leerse a Juan Torres.
Saludos.

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