26/10/12

''Zapatero, a tus zapatos''

Y no me estoy refiriendo a nuestro infausto anterior presidente de gobierno.

Leo hoy en Público.es que nuestro joven diputado D. Alberto Garzón Espinosa se ha incorporado como comentarista a dicho diario digital.
Huelga recordar el aprecio que tengo por su persona, el interés con el que sigo (e intento divulgar) sus periódicas lecciones de “economía parda” y la afinidad ideológica que acerca la mayoría de sus convicciones a mis propios planteamientos.
También huelga decir que celebro su probada capacidad de estar repicando y en la procesión. Es decir: Cumpliendo cabalmente su mandato como diputado y, a la vez, sacando tiempo, para escribir y opinar en muy diversos foros.
Dicho esto, con todos mis respetos y toda la cautela del mundo, afirmo que no me entusiasma el que, como parece, y hoy publica el diario digital Público  “El economista y diputado por IU Alberto Garzón se incorpora a Público como columnista”.
No me entusiasma porque, así como me alegran su constante presencia en muy distintos medios, su coautoría en varios libros y sus intervenciones en radio y televisión, me preocupa el hecho de que un determinado medio (aunque sea de mi agrado) adquiera de algún modo la exclusiva de la divulgación de sus ideas o análisis.
Me preocupa que dicha incorporación suponga, al nivel que sea, la obligación de “producir” en detrimento del que es su oficio principal, que es el de Diputado del Congreso en representación de sus paisanos de Málaga y de mí mismo.
Me preocupan las implicaciones económicas que puedan derivarse de dicha incorporación, tanto si percibe remuneración (incompatibilidades, dedicación exclusiva, sobresueldos,. . .) como si no la recibe (dumping profesional, suplir gratis et amore un puesto de trabajo de un periodista o analista).
Y me preocupa, finalmente, no tanto el uso torticero que, de dicha situación, pueda hacer la derecha, cuanto la inevitable pérdida de independencia que va asociada a cualquier tipo de compromiso. Sobre todo si, como estoy convencido,  lo cumple
Por todo ello, y aun siendo consciente de la necesidad que tenemos de no dispersarnos en disquisiciones vacuas facilitando munición a quienes no nos aprecian, es por lo que confío en que tras dicha “información” haya unas razones y unas condiciones que invaliden mis temores.
Aprecio demasiado a D. Alberto Garzón y lo que para muchos representa como para minusvalorar o asumir ninguna tolerancia con algo que pudiera estorbar sus, hasta hoy, sobradamente acreditados buen hacer e independencia. (así empezó la Socialdemocracia, y así está hoy)
De paso, dejo el enlace del artículo de Público del que cuelga esta homilía y que, como es habitual en él, resulta bastante didáctico y, además, es relativamente breve.
Saludos.

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