26/2/13

Interesante panorama


Una vez conocidos los resultados electorales en Italia, mi impresión es que se ha abierto una grieta en el sólido sistema de una democracia supuestamente representativa que, a base de amañar sistemáticamente las reglas de juego, ha sobrepasado, o está a punto de sobrepasar, lo que en resistencia de materiales se denomina “límite elástico” que más o menos es "la tensión máxima que un material (en este caso un sistema político) puede soportar sin sufrir deformaciones de carácter permanente”
O sea que, en mi opinión (aclaro que mi desconocimiento de la política italiana es amplio y a la vez profundo), el sistema puede haberse quebrado. 
O, tal vez, tan sólo se haya “doblado”.
Para nosotros los españoles y para algunos otros países de nuestro entorno, este escenario tiene la notable ventaja el poder contemplar el resultado del experimento que tendrá lugar en la casa del vecino y sin apenas riesgo de destrozar nuestra propia “vajilla”.
Salvando las distancias (que las habrá y muy notables) es como si, aquí, el movimiento 15-M -“no nos representan“- se hubiera alzado con la capacidad de permitir o impedir la formación o el funcionamiento de un gobierno y tuviera que elegir entre apoyar a una mini-mayoría de algo parecido a una coalición de izquierdas (sin predominancia del PSOE) o forzar un minoritario inestable -y prácticamente inviable- gobierno de la derecha (de Gürtel, Bárcenas y compañía) aliada con los nacionalistas.
La solución: . . . ., “mañana”
A un servidor que, en el fondo, es un animal perezoso y previsible (como D. Mariano, pero sin capacidad de hacer daño), le gustaría que il signore Beppe Grillo se decantara por apoyar al signore  Pier Luigi Bersani en todas aquellas propuestas que significaran romper con las ataduras de “los mercados”, el BCE, la Troika, el FMI, las falsas políticas de “austeridad” (que regalan dinero a manos llenas al sistema financiero y las grandes empresas) y el saqueo del patrimonio público.
Si hiciera eso, la “izquierda” tendría una ocasión excelente para demostrar si, de verdad, está dispuesta a hacer una política “de Izquierdas”.
Y si, en ese intento, “el sistema” se lo impidiera con malas artes, estoy convencido de que, en las siguientes elecciones, los italianos tendrían las cosas bastante más claras.
Pero bueno: esto son “cosas mías” que, como ya he advertido, no sé muy bien de que va “la vaina”.
Saludos.  

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