26/5/14

Elecciones Europeas XIV ''Pronósticos'' (a toro pasado)


A medida que voy asimilando los resultados de las elecciones de ayer, más contento me pongo.
Y, a la vez, más importante me parece el que todos sepamos interpretar lo que, sin necesidad de “ponernos estupendos” ni ahuecar la voz, podríamos calificar como “la voz del pueblo”.
Un pueblo algo cazurro, desde luego.
Y también bastante irreflexivo.
Hasta el punto de despreocuparse de sus intereses reales para andar detrás de los señuelos de un equipo de fútbol, un programa de televisión, un concurso, o una “nota de sociedad”.

Eso en el mejor de los casos. Porque, además, tenemos acreditada una cierta tendencia a hurgar en la basura y utilizarla como arma arrojadiza contra quien no es “de nuestra cuerda”.
Sin embargo y pese a todos estos defectos y pese a que quienes nos malgobiernan (y nos malgobernaron) suponen que, además de incautos e individualistas, somos bobos y mansos, quiero creer que las papeletas que ayer metimos en las urnas (casi la mitad de las personas que teníamos derecho a hacerlo) vienen a desmentir esa suposición.

Me explico:

24/5/14

Elecciones Europeas XIII (mañana mismo) Reflexión en la jornada de reflexión



Nunca nada está decidido de antemano hasta que no ocurre.
Y eso vale también para los resultados electorales que empezaremos a conocer dentro de aproximadamente 30 horas.
En todo caso estas líneas no pretenden convencer a nadie.
Ni mucho menos apelar a la supuesta utilidad (o inutilidad) del voto a ninguno de los contendientes.
Probablemente escribo mirando mi propio ombligo.
Pero como casi todos tenemos ombligo y en general suelen funcionar de un modo similar, dejo aquí estas líneas por si algún ocioso no encuentra cosa mejor con la que matar el tiempo.

21/5/14

El teatro Albeniz: Doña Esperanza Aguirre quiere hacer caja (cuanto antes)



Quizá algunas personas me acusen de malicioso por el título.
Pero, por lo que conozco del asunto desde hace ya algunos años, me temo que, lamentablemente, no ando muy descaminado.
Para quienes no están al tanto (que lamentablemente son demasiados) resumo brevemente “la historia”.
El teatro Albéniz -que se ubica, virtualmente, “detrás del reloj de la puerta del sol”- se inauguró en 1945 con una obra de Alfonso Paso a cuya representación un servidor, aunque ya es un tanto “viejuno”, no pudo asistir porque aún no había nacido.

Sin embargo, tras su reconversión como cine, sí que pudo asistir (como niño) en los años 60 a las sesiones de CINERAMA con películas tan memorables como “La conquista del Oeste”  y sobre todo “2001 una odisea del espacio” (pasando, según creo, por “los 10 mandamientos” y, tal vez, “Ben-Hur”,

20/5/14

Quien tenga ojos que vea, Quien tenga oídos que oiga (II)



Nuevamente -como hace aproximadamente ocho meses- para no cansar al personal, me limito a sugerir la lectura de este artículo de hoy mismo que viene a poner negro sobre blanco, el despropósito no ya de las tropelías que se perpetran a diario; sino, sobre todo y mucho más grave, de nuestra estulticia e impavidez.
Quizá sea verdad aquello de “tenemos el gobierno (y la clase política) que nos merecemos”.
¡Pasen y vean!
Saludos.  

17/5/14

¡Ya era Hora; Yo me apunto!



Acabo de leer una información que me ha alegrado el día.
Por fin un montón de personas serias (no unos cantamañanas como el que suscribe) hace un llamamiento a reivindicar la importancia de los impuestos.
No lo dicen directamente así, pero esa es la realidad de su llamamiento.
Durante años vengo siendo el hazmerreír de mis amigos y allegados por mi insistencia en defender la necesidad de pagar impuestos y no utilizar triquiñuelas o subterfugios para eludirlos.

El calificativo más amable ha sido el de “ingenuo” que, pronunciado en determinados labios, sonaba a algo así como “imbécil” y “entrometido”.
Hoy, ante la gravedad del despojo ya perpetrado y el anuncio del nuevo hachazo que planea nuestro impresentable gobierno, un grupo de ciudadanos, bastante más cualificados que un servidor han puesto en marcha una campaña de denuncia y oposición frontal a esta nueva y gravísima tropelía.
Me sumo a esa denuncia en la medida de mis modestas posibilidades y difundo la noticia y el manifiesto. (Recomiendo descargar el pdf, porque la visualización directa es poco legible).
El texto es extenso y requiere tiempo y atención, como casi todas las cosas medianamente serias, pero desde luego mucho menos del que, en general, dedicamos a banalidades en las que no nos jugamos tanto como en este asunto.
Demomento lo firman gentes de variado pelaje (político e ideológico) y estoy convencido de que lo firmaremos muchos más.
¡Que así sea!
Saludos.

14/5/14

No hundiré a la Coca Cola; Pero tampoco le haré (ningún) gasto



Parece claro que, aunque se han dejado “unos cuantos pelos en la gatera”, los (sinvergüenzas) envasadores españoles de Coca Cola finalmente se están medio “saliendo con la suya”.
Es decir: Van a cerrar cuatro plantas embotelladoras (rentables y a pie del punto de consumo) por la única razón de que sus empleados tienen derechos adquiridos, cobran unos sueldos medianamente razonables y posiblemente no están dispuestos, ni a rebajarlos, ni a hacer horas extra “gratis”.
Y el hatajo de depredadores (sociales) que se ampara bajo la condición de propietarios de dichas plantas ha decidido que, pese a que el año pasado ganaron algo así como 920.000.000 de Euros, pueden ganar aún mucho más si le quitan el trabajo a 1.350 trabajadores y les mandan al desempleo a costa del contribuyente.

Además se han pasado por el fondillo de los pantalones las leyes laborales y el derecho de huelga, contratando esquiroles a través de una ETT mientras despedían al personal.
Eso, amén de resolver la falta de producto mediante importaciones semiclandestinas de producto embotellado en Polonia (con, por lo visto, peor sabor debido al agua) que los mayoristas les colocan a los negocios de medio pelo que quieren vender barato.
Por todas estas razones, desde el mismo momento en que supe de esta tropelía, me hice propósito de no tomar Coca Cola si no daban marcha atrás en ese atropello.
Hoy, visto lo visto, ratifico esa decisión consciente de que no lograré hundir la marca, pero decidido a que no ingresen un solo Euro que salga de mi bolsillo.
Y, para que la gracia sea completa, dejaré de consumir no sólo Coca Cola sino todos los productos que embotellan, cuya lista pongo a disposición de quienes tengan curiosidad por saberlo: