22/7/14

Me sumo al boicot comercial



Soy consciente de que hay ciudadanos israelíes que son gente “decente” y respetuosa con los derechos humanos.
Pero lo cierto es que sus gobiernos son verdaderos genocidas de la población palestina.
Y por esta razón me sumo al boicot comercial que se está gestando en muchos países.
La lástima es que la UE consienta ese comportamiento pudiendo, como puede, frenarles con sanciones económicas.
Nunca he entendido que estos malnacidos (gobernantes israelíes) se puedan permitir la desfachatez de destruir (en el Líbano, en Gaza, o donde sea) las infraestructuras que costea la Unión Europea sin que (como mínimo) se les descuenten los importes de la reconstrucción de los generosos subsidios con los que la UE (junto con EEUU) mantiene viva una economía que por sus propios medios resultaría inviable.

Ahí queda la lista para quien quiera sumarse.














4 comentarios:

Anónimo dijo...

Debería darfos vergüenza pedir el boicot para los productos de

judíos cuando este blog, con "Licencia Creative

Commons. Imágenes de plantillas de gaffera.

Con la tecnología de Blogger" es de judíos y está hecho por judíos.

Anónimo dijo...

Vergüenza debería darte a ti. No entiendes nada.

Yo apoyo el boicot a productos Israelíes. Y no tengo nada contra los judíos.

Otra cosa bien distinta es lo que hace el estado de Israel con los palestinos. Condenable, execrable, repugnante.

No mezcles las cosas. Los judíos han ayudado y ayudan a avanzar el mundo. Un porcentaje muy alto de los grandes pensadores son judíos. Mi respeto para ellos, seguro que si les preguntas también se posicionarán en contra del apartheid que practica Israel. Como haría cualquier persona inteligente. Inteligencia también es empatía. Ponte en el lugar de un Palestino, imagina que se siente, y luego vuelve a pronunciar la frase 'debería daros vergüenza'. Si te quedan arrestos. O neuronas.

PGG dijo...

Aunque no acostumbro a entrar en polémicas suscribo lo que dice “anónimo 2”.
No tengo nada en contra de los judíos, ni tampoco de los ciudadanos israelíes.
Pero sus gobernantes, aunque democráticamente elegidos, se comportan como verdaderos depredadores de vidas y derechos humanos.
Y como no dispongo de otra arma que mi pobre discurso y mi libertad de no adquirir productos fabricados en ese país, o por empresas de ese país, me he sumado a esta campaña de boicot (que ni siquiera es mía) intentando difundirla con mis limitados medios paras mostrar mi rechazo a tanta barbarie y al silencio cómplice (cuando no connivencia) de unas grandes empresas y ricos empresarios que, pudiendo hacerse oír, callan y otorgan (eso cuando no, directamente, aplauden) bendiciendo de este modo las matanzas inmisericordes que ese gobierno terrorista y genocida ejecuta sobre la población civil de lo que debiera ser un país vecino.
Acudiendo a las fuentes bíblicas que tanto les gusta recordar, podría decirse que esta desigual pelea (la del boicot comercial) se asemeja a la de David contra el filisteo Goliat.
Y por lo que voy viendo algunas gentes están empezando a ponerse nerviosas y supongo que no será por la caída de “las ventas” sino por el descrédito que comporta este abuso.
Por lo demás me alegra saber (si es que fuera cierto) que este este blog, la Licencia Creative Commons y las imágenes de plantillas de grafera son propiedad de judíos y un invento de judíos.
Los judíos, efectivamente, han sido siempre gente trabajadora, inteligente y organizada.
Y si algo tengo que reprocharle “a algunos” es su silencio ante tanta ignominia.
Saludos.

Loam dijo...

Hagamos el sano ejercicio de despojar al "simio sapiens" de sus múltiples y variopintas etiquetas. Despojémosle de sus documentos y demás señas de identidad artificial (cultural). ¿Qué nos queda entonces? Nos queda lo esencial, lo que realmente importa a fin de cuentas: una frágil criatura mortal debatiéndose con la existencia. Antes que judío, musulmán, cristiano, copto o budista; antes que amarillo, cobrizo, negro o blanco; antes que europeo, asiático, americano o africano; antes que cualquier otra condición culturalmente adquirida o impuesta, el ser humano es PERSONA (o como dijo un poeta: mamífero), es decir, posee (porque si no no es persona) un sentido solidario y responsable de la otredad, reconoce y se identifica con otro por todo cuanto es común en ambos, por todo cuanto NO es prescindible. Prescindible es la religión, la nacionalidad, la raza (si es que tal cosa existe), el género e incluso la ideología... Lo que NO es prescindible es el respeto a la vida propia y ajena, que no es lo mismo, pero es igual. El enemigo, entonces, es una ficción, un artificio hábilmente urdido por el poder y el dominio, un concepto que brota de la impotencia y el terror de los aterrorizados, ciegos e incapaces de reconocer al otro, incapaces de reconocer y respetar la vida.
A esa ceguera, a esa incapacidad asumida e intolerante, despótica y criminal, a esa violencia perpetrada contra la vida es a la que yo me opongo, no importa quién, cuándo ni cómo la ejerza.

Salud, queri2camaradas!