El
tiempo del suspense (dentro de los partidos) se está acabando.
Después
vendrá el suspense (o el suspenso) del resultado electoral; Pero a lo largo del
próximo mes de marzo la mayoría de los partidos habrán tenido que enseñar, si
no todas sus cartas, al menos “sus triunfos”.
De
hecho el PSOE ya nos ha enseñado “el as” (Dª Elena Valenciano) y quizá por ello pueda retrasar alguna semana más la
publicidad del resto del batallón.
Por parte
del PP
(muy probablemente mañana) nuestro querido Presidente D. Mariano Rajoy, tras
decretar el “Estado General de Felicidad” (fusilo un titular, leído hoy mismo
en alguna parte) en el debate sobre el estado de la nación y arrimar la candela
a la mecha del vistoso y prolongado castillo de fuegos artificiales con el que
intentará tenernos distraídos en los próximos tres meses, tendrá que darnos
algunas pistas sobre la solución que piensa dar al “encaje de bolillos”.
Encaje
de bolillos que por un lado le permitirá deshacerse (sin deshonor) de tres o
cuatro ministros, y, por otro, repartir los 15 o 16 primeros puestos de la
lista electoral entre los más fieles, o los más molestos. (del puesto 17 en
adelante la cosa estará algo menos reñida).
Por
otra parte habrá que ver si finalmente VOX
decide entrar en campaña llevando como mascarón de proa a D. Alejo
Vidal-Quadras, lo cual sería una muy mala noticia para D. Mariano y sus
huestes. No tanto la posibilidad de que fueran a sacar diputado (que quizá pudiera
ser) como por la certeza de que les harían perder uno (a ellos).
Y
tres cuartos de lo mismo con Ciutadans,
salvo que en este caso el “agujero” se lo harán tanto al PP como a UPyD.