No
querría ser calificado de cursi, ni tampoco de engañabobos.
Pero
tengo el convencimiento de que mi modesta presencia, mañana a las 12:00 en la
Plaza de Callao de Madrid para hacer bulto, junto con otras pocas (o muchas)
personas, en apoyo de quienes voten OXI (NO) en el referéndum griego, es no
sólo un deber moral, sino también -y sobre todo- una ocasión de decirles a
nuestros malgobernantes (patrios y europeos) que no sólo Grecia no está
moralmente sola, sino que somos conscientes de que su sometimiento no es más
que parte de un ensayo de laboratorio sociológico para saber hasta dónde pueden
“manosearnos” sin que les demos un bofetón.
Y
estoy convencido de que mañana los griegos van a dárselo y quiero ayudar a que
resulte más sonoro.
No
voy a extenderme más.
Me
limito a informar de la convocatoria, porque lo cierto es que la gente no se
aclara con los lugares, las horas ni las fechas.
Saludos.
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