Ahora que estamos
en vísperas de que concluya el primer asalto del combate entre el mundo de la
usura y los ciudadanos corrientes, pienso que resultará provechoso para mucha
gente el leerse esta parábola laica que, a propósito de Grecia, ha escrito D.
Isaac Rosa.
El texto es más
bien corto, de amena lectura y muy expresivo de la situación, incluso para
quienes, a estas alturas, aún se siguen creyendo la propaganda oficial de que
los griegos gastaron lo que no tenían y ahora se niegan a pagar porque pretenden
seguir viviendo como “los curas con Franco”.
Por suerte, parece
que esta simpleza y tergiversación de la realidad está cada vez más
desacreditada.
Y, ocurra lo que
ocurra, los griegos no van a estar peor de lo que ya están.
Salvo que “les
preñen” pocas putadas más podrán hacerles.
Incluso podría
ocurrir que, a costa de su siniestra experiencia (provocada por “las
instituciones”) los ciudadanos de otros países abramos lo ojos sobre lo que nos
espera si seguimos recitando los mantras de la necesidad de “más reformas”
He leído estos últimos
días la noticia del impresionante aumento del número de millonarios en España y
me ha venido a la mente la inaudita proliferación de conejos en Australia (en
los años 50) que terminaron por devorar toda la vegetación y casi extinguen al
resto de las especies autóctonas.
¡Ojo!, no vaya a
ocurrirnos lo mismo con los millonarios.
Porque tengo
entendido que son una especie muy “voraz”
Saludos.