28/1/16

Para Biempensantes, Incautos, Perezosos y (en su caso) Necios



Llevaba tiempo rumiando el abordar la denuncia de algunas de las más palmarias de las intoxicaciones informativas que cada día nos incluyen en el menú servido por los grandes medios de (des)información y esa especie de agencia publicitaria del Partido Popular en que se han convertido una buena parte de las radios y televisiones Públicas.

El problema es que, para poder hacerlo con un mínimo de rigor y credibilidad, se precisa disponer de conocimientos y medios de los que un servidor, a todas luces, carece.

Eso por no hablar de la falta de “capacidad de reacción” necesaria para que, cuando expongas tu opinión, el asunto no se haya quedado “viejo”.

Por este motivo cojo al vuelo este análisis de Economistas Frentes a la Crisis que se me antoja bastante riguroso y neutral, en el que -con datos en la mano- es fácil llegar a la conclusión de que la tan cacareada reducción del desempleo no sólo no es cierta, sino que, por la manera de presentárnosla, está encubriendo un gravísimo problema de destrucción de la fuerza laboral y la capacidad productiva de este país.

Ahí lo dejo para quienes quieran voluntariamente incluirse en alguno de le epígrafes del “enunciado” (Yo pertenezco al subgrupo de los “perezosos”) y, también, para quienes, sin pertenecer a ninguno de ellos, sienten un cierto mal sabor de boca tras ingerir este tipo de informaciones.


Aclaro, para quien no lo sepa, que los Economistas Frente a la Crisis no son una partida de zascandiles sin oficio ni beneficio, sino que, en su gran mayoría, son gente acomodada, con larga experiencia en la vida profesional y académica y lo que habitualmente se suele llamar “la vida resuelta”.

De hecho, por conocimientos y capacidad didáctica, podrían trabajar perfectamente al servicio de FEDEA, FAES o cualquier otro cenáculo neoliberal. 

Pero por lo visto padecen una cierta alergia a la demagogia, el cinismo y la obscenidad y, pese a su moderación y ánimo habitualmente conciliatorio con el sistema, tienen a gala el mantener su independencia intelectual.

Saludos.    

20/1/16

¡Organización!



Dejando aparte la desvergüenza del comportamiento del Partido Popular y Ciudadanos de dejar sin grupo Parlamentario a IU y HB, incluso en contra de la opinión de los servicios jurídicos del Congreso, contemplo con aprensión las prisas que se están dando, tanto PSOE como Podemos, por escenificar que son los más “progres” a base de meter a toda prisa un aluvión de propuestas que muy probablemente serán similares, sin haberlas pactado con el resto de los partidos.

Eso únicamente puede llevarnos a un galimatías y a la defensa cainita de las que cada uno presente, desechado las ajenas aunque sean prácticamente coincidentes. 


No están los tiempos para despilfarrar esfuerzos.

Y, en mi modesta opinión, más nos valdría a todos que los partidos que están por la regeneración democrática (Con independencia del asunto de la investidura) se pusieran de acuerdo en cuáles son las Leyes cuya derogación hay que exigir de forma inmediata (Porque están causando daño, o van a ser la gatera por la que se escapen los corruptos) y cuáles son las exigencias que hay que plantearle al “gobierno en funciones” para que se abstenga de profundizar en el saqueo de los bienes y fondos públicos.

Me refiero a la prohibición de volver a sacar dinero del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (Lo están vaciando) y de vender ni una sola acción más del 64,234% del capital de Bankia que es propiedad del Estado a través de del FROB y que, con sus 2.018 oficinas y sus 14.413 empleados, puede ser (junto con algunas otras participaciones en bancos más pequeños) el embrión de una Banca pública que plante cara a los robaperas de los grandes bancos y, sobre todo, se ponga al servicio de los ciudadanos y la economía real.

Para todo ello lo mejor es no atropellarse, sino ponerse de acuerdo un programa de mínimos derogatorio y otro de actuaciones inmediatas que, pactado entre todos, muy bien pudiera ser el “mandato popular” que sirviera para la investidura de D. Pedro Sánchez que es quien, pese a que a muchos nos pese, tiene la legitimidad para ser el próximo Presidente de Gobierno.
Saludos.  

17/1/16

Estamos “en condiciones”



Tras darle unas cuantas vueltas al asunto y aun a riesgo de ser (como de costumbre) demasiado optimista, tengo la sensación de que en estos momentos ya estamos en condiciones de empezar a “cambiar las cosas”.

No va a ser cuestión de un día, ni de un golpe de efecto.

Ni tampoco será un único actor quien pueda adjudicarse el protagonismo, sino más bien todos nosotros, tirios y troyanos, quienes, tras mucho pelear, insistir y transigir en unos casos, o cómodamente sentados ante el televisor sin querer “mojarnos” en otros, hemos provocado el mar de fondo que en estos momentos empieza a agitar la superficie de nuestra vida política.


Ya iba siendo hora. 

Porque durante todo este tiempo en que unos han estado sesteando y otros (entre los que me incluyo) predicando casi en desierto, el neoliberalismo -disfrazado de “ciencia exacta” y corrompiendo moral y materialmente a nuestros gobernantes, ha logrado atrasar el reloj de la historia (los derechos sociales y la Libertad) hasta situar el calendario, poco más, o menos a comienzos del siglo pasado (hablo de 1900).  

Y así, mientras unos creían afanarse “en lo suyo”, importándoles poco “los demás” y otros (algo más conscientes del saqueo) malgastábamos nuestro tiempo en dilucidar si eran galgos o podencos, hemos llegado a hoy con casi menos derechos y libertad que la que nos dejaron nuestros padres y con unas perspectivas de futuro bastante más negras.


Pero afortunadamente no sólo es que “aún estamos a tiempo” sino que además, por primera vez en los últimos 40 años volvemos a estar “en condiciones”.


Son muchas y claras las señales que lo anticipan.

9/1/16

Una ''no muy buena'' noticia (La formación de gobierno en Cataluña)



Llevaba casi cuatro meses esperando (Como otros muchos ciudadanos) el final de “teatrillo” en que los diputados independentistas de Cataluña han convertido la elección de un Presidente y la formación de un nuevo gobierno.  

Para evitar malentendidos, me declaro favorable a que se realice una consulta (Referéndum, o lo que sea) que, con unas reglas razonables, tenga efectos legales vinculantes para el Estado y en la que participen únicamente los ciudadanos censados en el territorio afectado.

Y eso vale tanto para Cataluña como para cualquier otra comunidad de ciudadanos que tenga una “masa crítica” suficiente para solicitarla.

Dicho esto, explico mi decepción por la decisión que han tomado los diputados independentistas catalanes de ERC y las CUP.

No pongo en duda la legalidad de su decisión, pero critico su falta de coherencia por anteponer la engañifa de una “declaración unilateral de independencia” que ellos saben inviable a efectos prácticos y que tan solo respalda (con suerte) algo menos de la mitad de la población catalana, a la regeneración de la vida política y la defensa de los derechos, libertades y el bienestar de sus ciudadanos.

Y mucho más grave es el asunto si tenemos en cuenta que, para seguir manteniendo esa huida hacia delante de unos resultados electorales que no les salieron bien, tienen que pactar con una derecha pura y dura (Caradura, más bien) que además está entrampada en una pocilga de corrupción económica tan grave y maloliente (por lo menos) como el Partido Popular a nivel nacional.

Y aparte de estos reparos “éticos” mi decepción, o más bien “mi desazón” deriva del riesgo de que nuevamente la “armada mediática” del neoliberalismo aproveche este “camino a ninguna parte” para redoblar los tambores del “España se rompe”, la huida las inversiones” y demás espantajos con los que atemorizar a esos “demócratas amorfos” (Y acríticos) que conforman la materia oscura de las democracias.

Ciudadanos que, con su candidez de “biempensantes”, sirven de sostén al poder establecido, con el apoyo de unos políticos “apesebrados” que, con D. Felipe González al frente, intentarán ayudar a mantener el actual sistema de depredación económica y recorte de derechos a favor de las élites que tan confortablemente les mantienen a ellos y sus familiares y allegados.

Hago votos porque no caigamos en esa trampa y seamos conscientes de la oportunidad que tenemos con 170 diputados con deseo de cambiar las cosas (O al menos detener el actual saqueo del Estado) para hacer valer nuestro voto apoyando la formación de un gobierno del PSOE (Que aunque a muchos no nos guste es, quien por culpa de la desunión de la izquierda, tiene la legitimidad para formarlo).

O, incluso sin que llegue a formarse un nuevo gobierno, poder empezar a derogar las leyes más impresentables que aprobó el Partido Popular con el único argumento de “sus santos cojones” e incluso (Si el PSOE no es corto de vista y sus dinosaurios se lo permiten) modificar la Ley Electoral hasta donde buenamente se pueda para hacerla un poco más representativa del deseo de los votantes.

A tiempo estamos.

Y ya va siendo hora de que los dirigentes de Podemos dejen de hacer de “aprendices de brujos”. Porque su vanidad, su deseo de exclusividad y sus “gansadas” terminamos pagándolas entre todos.

Saludos.