23/10/16

Asco, Vergüenza y grave preocupación



     De espaldas al país, a sus militantes, a su iderario y a sus promesas.        “A favor” de sus intereses personales (como el PP)

Tras venir observando la evolución de los acontecimientos y el descarado bombardeo mediático destinado a cubrir las vergüenzas del “Rey desnudo” (me refiero al poder político de nuestro país), me debatía entre vomitar preventivamente mi bilis o, por prudencia, esperar hasta el momento en que, tras la investidura de D. Mariano Rajoy, la felonía finalmente resultara irreversible.
Hoy, una vez se ha consumado la primera parte de la traición (otro calificativo no merece la decisión de Comité Federal) decido expresar mi, asco, mi vergüenza y mi grave preocupación.
ASCO de pensar que este páis (sus representantes) pueda asumir el elevar a la dignidad de Presidente de Gobierno a un individuo que, aún respetando la presunción de inocencia, tiene todas las trazas (y casi todos tenemos el convencimiento) de ser el jefe de una banda de sicarios que trabajan al servicio del neoliberalismo y, de paso y a su amparo, ejercen de salteadores de caminos (por cuenta propia), arramblando con todo lo que pueden “pillar” para su lucro personal.
A esta gentuza la vamos a poner al frente del gobierno de nuestro país.
VERGÜENZA (ajena en mi caso) por el indecente comportamiento de una gran parte de los dirigentes del mal llamado Partido Socialista Obrero Español que, atendiendo al mantenimiento y mejora de sus propios pesebres y en pago a décadas de halagos, gabelas y oportunidades de “negocio”, van a hacer posible el gobierno de un Partido Popular corroído hasta la médula por la corrupción y  dispuesto a seguir destrozando las instituciones públicas, malvendiendo el patrimonio del Estado y liquidando derechos y libertades que heredamos de nuestros mayores y conseguimos con nuestro esfuerzo.
GRAVE PROCUPACIÓN Porque, en contra de lo que parece que muchos opinan, no estoy demasiado convencido de que, una vez investido D. Mariano Rajoy, vaya a resultar posible el “atarle corto” desde los escaños del Congreso.

Y ello por tres razones:
La primera y quizá la menos importante, es su absoluto control del Senado que, aunque no disponga de poder “ejecutivo”, podrá empantanar cualquier proceso o iniciativa legislativa que moleste al sistema financiero y gran-empresarial o a los intereses partidistas del Partido Popular.
La segunda es que el Partido Popular, haciendo gala de sus ya acreditados cinismo y desvergüenza, no tendrá empacho en recurrir a judicializar todas aquellas cuestiones y Proposiciones de Ley cuya aprobación no pueda impedir en las votaciones del Congreso.
Lo hicieron cuando aún no gobernaban no renovando los cargos del Consejo General del Poder Judicial y otros organismos y recurriendo ante el Tribunal Constitucional  todo aquello que no se acomodaba a sus intereses.
Y con mayor razón (y facilidad) lo harán ahora que han infiltrado los tribunales superiores con impresentables sujetos de la catadura moral de D. Enrique López, Dª Consuelo Madrigal, o Carmen Valcarce (por citar tan solo tres nombres).
Y la tercera, que quizá sea la más importante y lamentable, no es otra que el “casi total convencimiento” que tengo de que una parte de los profesionales de la política (más bien del pesebre, diría yo) que ostentan el cargo de diputados del PSOE (y otros puestos en la Administración del Estado) van a actuar como cómplices de las políticas que nos impondrán el "Cártel de Bruselas" y la Santa Compaña del FMI, BCE y el Eurogrupo, además de unirse, como en algunos casos ya han hecho, al Partido Popular en la orgía de saqueo de este país en beneficio propio y de quienes les mantienen y justifican mediaticamente.

Y nuevamente, con el cuento del “Sentido de Estado”, votarán al unísono del Partido Popular.   
 Saludos.

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