Una vez que ya esta fijada la fecha en la que el PSOE (ya sé que ha sido cosa de “el aparato”; Pero, desgraciadamente, ese “aparato” representa al PSOE mientras no lo echen a escobazos sus militantes) ha decidido investir con sus votos como Presidente de Gobierno (lo de la abstención es una broma patética) al jefe de una banda de salteadores de caminos disfrazada de partido político, me niego a contemplar esta desvergüenza con los brazos cruzados.
Por este motivo, llueva o nieve, con autorización del Sr.
Fernández Díaz, o sin ella, acudiré, serena y pacíficamente, a la manifestación
convocada para el próximo sábado día 29 de cotubre, que partirá, a las 18:00, de la plaza de
Neptuno (Cánovas del Castillo) hasta la Puerta del Sol.
Ya hay algunos huelebraguetas animando a la Delegación del
Gobierno a no autorizar dicha manifestación ya que la autorización debe
solicitarse con 10 días de antelación (Art. 8 de la Ley Orgánica Reguladora del
Derecho a Reunión); pero lo cierto es que esa misma Ley y, en ese mismo artículo,
dice textualmente que “Cuando
existan causas extraordinarias y graves que justifiquen la urgencia de
convocatoria y celebración de reuniones en lugares de tránsito público o
manifestaciones, la comunicación, a que hace referencia el párrafo anterior,
podrá hacerse con una antelación mínima de veinticuatro horas”.
Y parece claro que no
resultaba posible solicitar hace una semana una autorización para una manifestación
ligada a un acto público cuya fecha se ha decidio en el día de hoy.
No quiero que una indecencia e indignidad moral semejantes se cometan sin dejar
constancia personal de mi desacuerdo y censura pública.
En el fondo es como si, en mi comunidad de propietarios, mis vecinos
acordaran nombrar Presidente a ese vecino que todos sabemos que maltrata
gravemente a su familia (los ciudadanos) y cobra mordidas de las obras que
realiza la comunidad.
Quizá algunos (o la mayoría) de mis vecinos decidan apoyarle;
Pero un servidor ¡NO!
Y quiero que "conste en acta".
Aunque no estoy muy seguro de cuántos seremos, parece que, afortunadamente,
hará buen tiempo.
Y estaré encantado de saludar a quienes acudan.
Saludos.
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