16/6/12

Hay que darse prisa

Eso es lo que piensa el FMI
A la vista de la mala prensa, aunque la prensa (que, casi toda, come de su mano) intenta evitarlo, que están teniendo últimamente el mundo financiero y sus sicarios, parece existir un consenso en toda la manada por rematar la “carnicería” económica antes de que las víctimas dejen de poner obedientemente la cabeza en el tajo de la guillotina.
Al menos así es como interpreto las prisas de Mlle. Christine Lagarde (pronúnciese “Lagarta”), por terminar de  rebañar la gigantesca marmita del patrimonio público.
Ya nos han cambiado las constituciones (a los gobernados por los más tontos, con apoyo de los más sinvergüenzas), nos han bajado los sueldos y alargado la edad de jubilación y acaban de conseguir que les prestemos (nosotros) 100.000 millones más a los mismos bancos que nos roban.
Pero lo cierto es que aún falta lo principal.
Pese al intenso y prolongado saqueo de todo el patrimonio público y las constantes concesiones a las “eficientes” empresas privadas en materia de sanidad, educación, energía, transportes y finanzas (las “Cajas” no eran de nadie y ahora, tras tapar sus agujeros con nuestros dineros, son de unos pocos accionistas), resulta que los malditos europeos se resisten a liquidar lo mucho que aún les queda.
Es escandaloso que, en España sin ir más lejos, la Seguridad Social maneje (eficientemente y sin apenas costes) la friolera de 110.000 millones de Euros anuales, compitiendo “deslealmente” con la sanidad y los Planes de Pensiones “privados” que dejan de ganar todo lo que nos ahorramos los ciudadanos.
Y, además, dando el mal ejemplo de que la Gestión Pública de las pensiones, lleva más de diez años ganando por goleada los rendimientos de los “eficientes Planes de Pensiones Privados” que, aparte de no darle ninguna alegría al “pagano”, le cuestan al Estado un potosí en concepto de deducciones fiscales.
Es escandaloso que siga habiendo hospitales y ambulatorios públicos donde se preocupan por la salud de todos.
Y lo mismo le dan una aspirina ,que le hacen una radiografía o, si se tercia, le trasplantan el hígado, a cualquiera que lo precise, compitiendo deslealmente con los eficientes centros privados construidos y gestionados por los “amos del ladrillo” a los que la mayoría del personal se resiste a acudir.
Eso por no hablar de otros países donde el sector público es aún mayor y, en algunos aspectos, más eficiente.
¿Cuánto dinero están “perdiendo” entre unas cosas y otras?
¡Resulta inadmisible!
Estamos más o menos llegando a la penúltima fase del tratamiento descrito en “ la doctrina del Shock (auge del capitalismo del desastre)   y resulta que “la víctima” se resiste.
Y el pusilánime del Sr. Rajoy no termina de decidirse a destripar e inutilizar de una vez por todas la máquina estatal, que, pese a los palos que le han puesto en las ruedas y la falta de combustible, sigue haciendo funcionar el país.
Y para colmo, en Grecia (donde el trabajo ya casi estaba ultimado), nos salen respondones y amenazan con “no estar de acuerdo”
¡Habrase visto desvergüenza igual!. Después de todo lo que les hemos “ayudado”.
Por eso tiene razón la Sra. Lagarde: Hay que darse prisa, porque mañana puede ser demasiado tarde.
Yo, optimista impenitente, confío en que “ya” sea tarde y no puedan terminar de arruinar a toda Europa como hicieron con Rusia en 1997.       
Que así sea.
Y que, mañana, los dioses de la Acrópolis les sean propios a los griegos
Saludos.

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